Le bleu vals

Estaba inmersa en ese mundo. Sonaba repetidamente un vals a piano que con las notas era capaz de congelar el tiempo. No vivía cada instante, ella era el instante.
Su mirada tenía un ápice juguetón, se divertía viendo como las acuarelas saltaban en el lienzo y se mezclaban con los trazos a lápiz. No había nadie allí. En esos momentos ella no estaba en ese lugar. Nadaba en la melodía que emanaban sus auriculares, y ahora su alma. El corazón acompasaba el ritmo, esa habitación se había convertido en el mayor teatro de todos, un escenario donde alzaban al vuelo cientos de pájaros, con ansias de volar, de traspasar el cielo, sin jaulas; sin pausas; sin que esa canción muriera llegando a su fin. Notaba como la sangre circulaba por su cuerpo; estaba viva, sentía. Y era lo único que quería, sentir. Sentir igual que esas tardes en el parque paseando de la mano de sus padres. Sentir, cómo en esas largas mañanas delante del mar, con olor a sur. Sentir igual que si ella misma fuera esa melodía. Sentir palpitar el corazón, las manos sudadas y las lágrimas cayendo. No estaba triste ni contenta, estaba viva. 
Viva.
El tiempo se desprendió de su dimensión, formaba parte de un mundo paralelo, lejano, que ya no volvería a estar con ella, las agujas del reloj marcaban el miedo, ella ya no le quería y no entendía de segundos, ni de minutos, ni siquiera del día que acontecía. La vida no puede medirse con números, no puedes estancarla o domarla, tiene que desatar su furia, y así lo hizo, dejó que la vida fluyera por cada una de sus venas; de su yugular; de su carótida, por cada uno de los minúsculos capilares de su cuerpo circulaba calor, estaba despierta y besaba con ansia todo ese universo lleno de energía que le rodeaba, que le abrazaba.

La almohada le reclamó.

Y mientras se recogía el flequillo, deseaba con todas sus fuerzas que esa canción no parase, y que al despertar al día siguiente, los pinceles y las acuarelas siguiesen bailando en el lienzo, igual que ella danzaba ese vals con la vida.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te ha parecido? ¿Tienes alguna crítica constructiva? ¡Comenta y opina!