Días nublados


He pensado muchas veces en irrumpir mi vida con alguna tontería, o tal vez lo que quiero decir es que he pensado en implicarme en ella.
Podría meterme en el primer bar, encontrarte, y pedir que me conviertas en arte. Podría estallar en llamas al quemar todas las palabras que nunca me atreví a decir. Podría ir al mar y besarte mecida por las olas, incluso podría no huir cuando me digas que me quieres.
Podría dejar de dormir por estar en un torbellino de frenesí simplemente por saber que la noche es más que dormir con la almohada.
Podría pedir que te quedaras, incluso podría quedarme yo. Podría cerrar los ojos y saber que las pesadillas solo ocurren dormida.
Podría pasearme en bragas por tu piso y desordenarnos. Podría dejarme llevar por mis piernas, coger un tren y hacerle un monólogo a la luna.
Podría vivir, pero todavía no he aprendido a sobrevivir a un día nublado.
  

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