Eres todas las notas que no apunto
antes de irme a dormir. Eres ese mensaje en el contestador que nunca
me atrevo a abrir. Eres la página que no quiero pasar por miedo a
romperla. Eres la grieta en la pared que cada vez me parece más
profunda. Eres la calle que nunca tomo con la bicicleta, y la
cafetería a la que deseo entrar cada mañana y siempre paso de
largo. Eres mi libro preferido de la biblioteca y la canción que
paso antes de que termine por no oírla morir. Eres la luz que veo de
noche en el puerto y la historia de marineros que me imagino en ese
momento. Eres el instante que guarda mi fotografía favorita. El
segundo latido de mi corazón, el suspiro profundo, el exhalo más
frío de mis pulmones, la dilatación de mi pupila, el temblor de mis
manos, la caricia de mi pelo, el doble parpadeo y mi risa tímida.
Eres, y te quiero por serlo.
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