Poliédrico


-Tengo que hablar contigo, ha pasado lo que más me temía, y por mucho que piense, ninguna chispa de mis conexiones neuronales arregla lo que ha sucedido.
-Vamos a ver ¿qué ha ocurrido?
-Le dije que nos hiciéramos una foto, él y yo; él en mi mente. Que paseara a través de cuadros descolgados, de pasillos retorcidos, de verjas rotas. Que buscara los mil rostros del córtex y encontrase el color de mi sueños porque sabía que iba a encantarle ( y tuvo cuidado al coger un trozo, no fuera que me quedara sin pigmento para soñar más). Acarició las costuras de mi coherencia, reforzó los parches de la parte desequilibrada.
Se amoldó a cada minúscula y sinuosa curva de mi cerebro, corrió de hemisferio a hemisferio, removiéndolo todo, demostrando que el amor es tan loco como dicen.
-Pues chica, yo no veo el problema.
-El problema es que se ha quedado en el ángulo muerto de mi consciencia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te ha parecido? ¿Tienes alguna crítica constructiva? ¡Comenta y opina!