Cuentos de Marianne II: la cinta de vídeo

Si estás viendo esta cinta es que he sido tan estúpida como para dejar que cierres el poco corazón que te dejé.

Perdóname. Perdona por haberme guardado todas esas partes de mí de las cuales no estoy orgullosa y tú solo intentabas curar. Perdona por haberte tratado como a un extraño cuando me estabas entregando todo tu ser sin ni siquiera preguntar. Perdona por no haber dicho que te quería aún sabiéndolo, y seré una gilipollas pero aún lo siento. Supongo que hay cosas que ocurren por alguna razón y el maquiavélico universo quiso volverme de hielo. Perdona por haberte tratado como un objeto y que incluso en la cama me reprimiera al darte mi alma. Ahora ni siquiera la encuentro.

Perdóname por dar por terminada una relación que ni siquiera comenzó. 

No voy a engañarme, no espero que me perdones. Pero prométeme que no caerás en la trampa en la que caí yo, prométeme que volverás a enamorarte y no tendrás miedo de entregarte, de abrirte, que no serás otra persona incapaz de no sentir nada. No pierdas el camino a casa, quiere otra vez. 

Me gustaría devolverte todas esas horas que me diste y que me devolvieses todas las sonrisas que te dedicaba y tanto daño te han hecho, ahora solo espero que lo olvides.

Y hazme un favor, cuando encuentres a otra chica, cántale the smiths solo cuando  llueva.

Marianne.