Aquí estás tú. Tumbado en el césped. Mirándome. Trazándome con cada colisión de tus pupilas contra mí. Riendo a carcajadas. Respirando lentamente.
No permites que el mundo nos grite al oído, no hoy. No dejas que piense cuando estoy perdida, porque en el momento en que mi brújula esta destrozada todos mis pensamientos acaban atacándome.
Aquí estás tú, conmigo.
Es así de simple, sin conservantes porque aquí el final no cabe.
Y me gustas así: revuelto y sin adornos, con muchas pausas.
Y me gustas así, controlando mi presión arterial y mi tembleque en las rodillas.
Y lo único que puedo pedirte es que no pares de dibujarme.
Que bonita entrada y que descripción tan bonita. Hay intensidad desde el principio hasta el final y tiene como una estructura redonda. Es precioso
ResponderEliminarTe leeré más a menudo. Te empiezo a seguir:)
mirinconestacional.blogspot.com.es